Tu imagen Sí importa. Demostrado
2 junio, 2017
Podríamos definir la imagen personal como el conjunto de elementos que proyectamos hacia los demás de nosotros mismos. Para construir nuestra marca personal, debemos conseguir que la imagen que tenemos de nosotros, y la imagen que ven los demás, sea la misma. Una vez conseguido, estaremos en el camino correcto para sentar unas bases sólidas y construir adecuadamente nuestra marca personal.
Si la imagen que proyectamos hacia los demás difiere, por muy poco que sea, de la apariencia que tienen de nosotros estaremos ante un problema que puede afectarnos profesional y personalmente. Somos nuestro propio producto, debemos gestionar nuestro marketing personal más allá del mundo virtual.
En el mundo empresarial, existen diversos elementos que podemos emplear para transmitir nuestra imagen personal o imagen corporativa de nuestra empresa. Por ejemplo, las tarjetas de visita son un caballo ganador a la hora de cerrar cualquier acuerdo, será la primera imagen que perciban de nosotros. Los Roll-up son otro clásico que nunca falla, perfectos para mostrar tu imagen en cualquier lugar o evento al que asistas. En la imprenta online imprimir24h encontramos estos y otros muchos productos que pueden ayudarte a mejorar tu imagen profesional.
Un error que cometen la mayoría de las personas es pensar que la imagen sólo se determina por nuestro higiene, cabello, vestuario o complementos que utilizamos, sin tener en cuenta otros elementos como nuestra formación, habilidades sociales, conocimientos, comunicación verbal y no verbal… Los cuales son tan importantes, sino más, que los anteriormente mencionados. Para mejorar la imagen, hay que trabajar todas las áreas para ser realmente efectivos.
Nos encontramos en la era digital, donde todo es inmediato, la primera impresión importa. A día de hoy la imagen sigue siendo una baza importante para muchas personas. Somos capaces de conseguir una imagen perfecta en todos los perfiles de nuestras redes sociales, de controlar nuestro propio producto, es decir, nuestra imagen de marca. Dominamos a la perfección el marketing personal de contarle al mundo todo aquello que sabemos o somos capaces de hacer, personal y profesionalmente.
El problema viene cuando, en algunas ocasiones, la imagen triunfal que mostramos en la red se viene abajo en la vida real cuando interactuamos con los demás cara a cara. En definitiva, debemos tener en cuenta que la imagen que vendemos de nosotros y nuestra forma de ser han de ser iguales, sin perder de vista la delgada línea que separa lo personal de lo profesional. De lo contrario seremos dos personas distintas, la primera marca Premium y la segunda marca blanca.